Ya estoy en marcha y hace unos fines de semana recorrí la
ruta de la Vía Verde del Tren de los 40 días.
Es una ruta corta por lo que solo se precisa de una mañana para hacerla.
Aún no he realizado una de varios días, eso llegará en Semana Santa, fecha que
aprovecharemos mi chico, Dani, y yo, único responsable de haberme metido de
lleno en el mundo del cicloturismo, para hacer la Ruta de Ojos de Negros.
Según he leído ésta Vía Verde sigue el trazado de una
antigua vía de tren que se construyó en 40 días durante la Guerra Civil, de ahí
su nombre, y que funcionó muy poco tiempo. Por lo que, para los entendidos e
intrépidos ciclistas es una ruta que no reviste ninguna complicación ya que el
trazado es suave. Esa es la razón de que llegara confiada y tranquila a mi
tercera escapada en bici, después de mis dos primeras salidas, la primera de
unos 30 kilómetros y la segunda, coincidiendo con un día de fuerte viento, de
solo 14 kilómetros por las condiciones climatológicas. Hay que ver lo mucho que
miro ahora el tiempo, 8 de cada 10 meteorólogos disponen de menos información
que yo.
La ruta la comenzamos en la Vía Verde del Tajuña, a la
altura de Tielmes, esta se cruza con la del Tren de los 40 días, motivo por el
que salieron unos cuantos kilómetros más, aproximadamente 40 en total.
Una vez llegamos al enlace con la Vía Verde del Tren los 40
días, para mi sorpresa lo primero con lo que me encuentro es con una pendiente,
según parece no muy pronunciada, pero que personalmente pensé que debía subir
con equipo de escalada.
En este momento haré un inciso para comentaros mis aventuras
y desventuras con el cambio de marchas. Cuando digo que es mi tercera ruta, he
de aclarar que mi tercera ruta coincide con la cuarta vez que monto en
bicicleta, teniendo en cuenta que entre la primera y la segunda (Parla – Fuente
de la Teja) han pasado la friolera de 20 años. Con esto igual se explica que
para mí sea tan complicado.
Así que no deja de tener mérito que la segunda vez
que decido montar en bici, repito, después de 20 años, haya sido capaz de
recorrer unos 28-30 kilómetros entre carril bici y camino de tierra embarrado,
a mí me parece un gran avance, eso sí, iba tan tensa y tan fuertemente agarrada
al manillar que en algún momento pensé que lo iba a arrancar de la bicicleta.
En este contexto, imaginad que además se suma la complicación del cambio de
marchas, menuda lucha. Me convertí en mi peor enemiga dedicándome a rectificar
continuamente y sometiendo a mis piernas a un esfuerzo impensable, ya que ni
por equivocación acertaba con la dirección en que debía girar el cambio para
poner la marcha correcta. Para mi tranquilidad voy cogiéndolo y ahora ya no me hago
el camino más difícil de lo que ya me resulta. Deciros que Dani viendo en qué
punto me encontraba me ha cambiado el plato por uno de 47 dientes en vez del
que tenía para ganar potencia y que eso me haga más llevaderas las subidas.
Aun con todo, al llegar al enlace de ambas Vías Verdes me
fue imposible subir la pendiente, y para mi sorpresa el me propuso cambiar la
bici porque, atención, la suya tiene doble plato. Menudo descubrimiento!!!
Ganas tres velocidades bajas más y resulta que, aunque lógicamente con
esfuerzo, poco a poco (o china..chana como dice el), se consigue subir. Pero es
que además hay bicis que tienen 3 platos…¿Cuándo demonios pensaba compartir
conmigo tan valiosa información?? Se le habrá pasado…Ya…
Como sabéis tengo una Dahon Vitesse D8, pero he descubierto
una que me resulta impresionante y que podría convertirse en una gran compañera
de viaje…
Es la bicicleta plegable Montague Paratrooper, la bici de
los "paracas" americanos, tiene 24 marchas, frenos de disco delanteros y traseros, estructura de aluminio
reforzada… se pliega en tan sólo 20
segundos sin necesidad de herramientas
Y tiene 3 PLATOS!!!!!! Con esta bici podría subir cualquier
“Tachuela”!!!!! Ya no me conformo con menos!!! Podría haber superado ese duro
inicio sin despeinarme...
En cualquiera de los casos deciros que, una vez pasada esa dura prueba para mí, el camino mejora pero comienzas una ligera pendiente que parece no tener fin …en algún momento pensé, además de que debía retomar el gimnasio y ponerme en forma, que iba a perder un pulmón, pero iba tan ahogada que si sucedía no pensaba pararme a recogerlo, ya lo recogería a la vuelta.
Después de una parada en una zona estupenda para reponer
energía, llego el momento de la bajada, y una vez que controlé la bicicleta
para no perder el dominio empecé a disfrutar.
Realmente le estoy tremendamente agradecida a mi chico por
haberme introducido en este mundo. Me encanta la bici y poder disfrutar de la
naturaleza. Y cuando regresas al punto de partida y consigues finalizar el
trayecto que te has propuesto te sientes realmente satisfecho.
Por supuesto deciros que no he perdido ningún pulmón, pero
para evitar que llegue a suceder, lo que sí he hecho es retomar el gimnasio
además de hacer spinning, ya que cuanto más en forma esté más disfrutaré de las
salidas con mi plegable, porque de la compañía ya disfruto sea cual sea la
actividad que realice con él.
Nuestro siguiente objetivo, ir a Soto del Real desde el
anillo verde de Madrid un sábado, pasar noche y volver el domingo, como
antesala y ensayo de cara a realizar la Ruta de Ojos Negros.
Estoy encantada con la idea y deseando que llegue el
momento.
Eva 2015