lunes, 4 de mayo de 2015

Vía Verde Ojos Negros (Eva)

Bueno….bueno…bueno!!! Lo hemos hecho!!! 222,55 kilómetros!!! Y la experiencia no ha podido ser mejor!!!

Hasta he disfrutado de los preparativos!!! El que fuera un viaje tan diferente a todos los anteriores lo hacía especial e interesante, no solo había que hacer un equipaje partiendo de un concepto distinto sino que todo debía tener tamaño bolsillo... Poco y pequeño. Pero se consiguió. Dani elaboró una lista detallando todo aquello que debíamos llevar para no dejarnos nada y la seguimos al pié de la letra.
Un añadido fueron estas camisetas que mi chico preparó para darme una sorpresa!

Y llegó la noche previa al viaje y apenas pude dormir porque atención…estaba nerviosa…Nunca había hecho nada similar, y llevo tan poco tiempo montando en bici que tenía dudas sobre si podría conseguirlo. No me preocupaban tanto los kilómetros que debíamos hacer al día sino la dificultad, las cuestas se me hacen aún “muy cuesta arriba”. He procurado prepararme haciendo spinning y saliendo a menudo con la bici pero desconocía cómo me iban a responder las fuerzas. Y desde luego no perdía de vista que a la salida de Teruel estaba el Puerto de Escandón, y la palabra PUERTO me hace hiperventilar.
Preparé lo imprescindible, aunque alguna cosilla se coló en mis alforjas, como una camiseta algo más mona para poder salir con ella cuando llegáramos al final de la ruta y…un minúsculo secador de pelo de viaje que tenía guardado y que aún no sé cómo llegó a colarse entre mis cosas…y por supuesto un lápiz de ojos y una cremita. Una cosa es una cosa y otra es otra.

Y allá que nos fuimos a la estación de autobuses de Méndez Álvaro con nuestras alforjas y nuestras bicis en sus correspondientes bolsas. Lo cierto es que no son tan pesadas y una vez colocadas al hombro se llevan estupendamente.


Bajamos a la dársena desde la que salía nuestro autobús, viajamos con la línea Samar, las colocamos en el compartimento de equipajes junto con las alforjas sin ningún problema y directos a Monreal del Campo.
Cuando llegamos montamos las bicis y ya llegamos al hotel pedaleando, esta fue la primera toma de contacto.
A la llegada plegamos las bicis y a la habitación. Cenamos algo y nos fuimos inmediatamente a dormir para estar descansados y comenzar la ruta por fin.
Jueves por la mañana, suena el despertador, un sol radiante aunque la mañana estaba fría, ropa apropiada, desayuno, montar bicis y colocar alforjas, y… preparados, listos…YA!!

Daba comienzo la ruta de Ojos Negros a Puerto 
de Sagunto.



Primera etapa: Monreal del Campo – Teruel.
El primer tramo de ésta etapa lo hicimos por la Nacional hasta Alba del Campo, no me hacía mucha gracia la idea de ir por carretera pero al discurrir junto a la autovía apenas nos cruzamos con ningún noche y desde Alba del Campo a Santa Eulalia fuimos por carreteras comarcales disfrutando de mucha tranquilidad y de bonitos paisajes.
En este tramo nos cruzamos con dos ciclistas que al vernos consultar unos datos nos preguntaron si necesitábamos algo, charlamos un rato con ellos y nos recomendaron visitar en Teruel por la noche la zona del Seminario porque tenía mucho encanto iluminada.
En Santa Eulalia ya pudimos enganchar con la vía verde y desde allí todo fue seguir el camino marcado.
El pasar por las antiguas estaciones de tren abandonadas tiene mucho encanto, en una de ellas paramos a tomar un tentempié y reponer algo de fuerzas para poder continuar sin problemas, y charlamos con otra pareja que había parado también a descansar.
Está claro que cuando no estás habituado a hacer este tipo de rutas sino vas acompañado de alguien experimentado puedes tener problemas, pero viajando con Dani es imposible tenerlos porque estuvo pendiente en todo momento de hacer paradas para reponer líquidos e ir comiendo alguna cosilla y no desfallecer.
Qué decir de la dificultad de esta primera etapa, pues que no reviste ninguna. El único problema lo tuve a la entrada de Teruel…vaya cuestecitas. Llegue al cartel de la foto casi sin aliento, como eché de menos tener un segundo plato! Cuestión que pienso resolver en breve.

Ya dentro de Teruel compramos algo ligero para comer porque no encontramos ningún sitio donde, debido a la hora, tuvieran aún la cocina abierta y buscamos el Hotel. Alli aprovechamos para darnos una ducha reponedora, comer y descansar para poder salir al atardecer y visitar Teruel la nuit.
Una ciudad preciosa en plena Semana Santa. Vaya tapas nos pusieron en el bar Barricas!! Habrá que volver.















Segunda etapa: Teruel – Jérica
Viernes por la mañana, despertador, sol radiante, ropa apropiada, desayuno y preparar bicis y colocar alforjas.
Y yo que me preguntaba la utilidad de llevar cinta americana. Pues aquí lo comprobé, le falló la pata de cabra a mi bici y el enganche de la luz se partió al caer. Así que unas vueltas de cinta y listo.
Y salida de Teruel para enlazar de nuevo con la vía verde que se coge junto a Dinópolis.

Primera cuesta y sorpresa!! descubrí el miedo que le tengo a las bajadas pronunciadas. Subí una cuesta de las que denomino “cuesta importante”, y cuando estaba arriba y vi lo que debía bajar me empezó a faltar hasta el aire. Bajada con tierra y piedras y con una curva, creía que iba a derrapar y que caería ladera abajo, así que me tuve que bajar para hacerla caminando, aunque el último tramo me pude subir y terminarlo en bici. Qué fastidio, las subidas porque me cuestan y las bajadas porque me dan miedo…Disfruto mucho de la bici pero estoy deseando coger seguridad para disfrutar de verdad. A continuación daba comienzo el Puerto de Escandón y después de este primer contratiempo ya pensaba que no iba a poderlo subir. Pero para mi sorpresa no fue ni de lejos lo que había imaginado, ni siquiera tuve que bajar a primera, son 12-15 kms de subida pero no pronunciada, si yo pude subirla en segunda es porque no reviste ninguna complicación. Solo hay una pendiente pronunciada como veis en la foto, el firme está lleno de piedras lo que hacía que me patinaran las ruedas lo que sumado a la inclinación me obligó a bajarme y tuve que subir andando.
Hasta aquí fuimos acompañados por dos ciclistas con los que fuimos charlando y que nos recomendaron parar en Puebla de Valverde a comer.

El resto de la subida sin problemas, así que satisfecha por el resultado continuamos el camino.

Paramos en Puebla de Valverde a comer unos bocadillos y rellenar bidones,
Y continuamos
Nos encontramos puentes
Y algunas zonas donde había habido derrumbes.
También hemos cruzado vías de tren…
Diversión garantizada!!

Como en Barracas no pudimos parar a pasar noche por estar todo completo nos vimos obligados a continuar hasta Jerica, una vez encajada la noticia que fue asumida por ambos sin mayor problema, hicimos una parada para tomar la mitad del bocadillo que habíamos guardado pensando en tomar un tentempié a media tarde y seguimos rodando.
Al final de la etapa habíamos recorrido unos 95 kms. Quién me iba a decir a mi hace unos meses que iba a ser capaz de recorrer en bici esa distancia!
El paisaje de este último tramo es precioso y está plagado de túneles. Gran parte del recorrido transcurre junto a las vías del tren. Pero llevábamos algo de prisa para evitar que nos anocheciese antes de llegar a Jérica y debíamos aligerar.
Por fin llegamos al hotel, con el último rayito de sol y cansados. Después de darnos una ducha caliente, cenamos y acto seguido nos fuimos descansar para no acusar demasiado el cansancio al día siguiente. De todos modos estábamos tranquilos porque era la última etapa y la más sencilla, o eso creíamos.


Tercera etapa: Jérica – Puerto de Sagunto.
Sábado por la mañana, despertador, sol radiante, ropa apropiada, desayuno y preparar bicis y colocar alforjas.
Cogimos enseguida la vía verde y a pedalear, pero SORPRESA!! Los caminos ya no tenían nada que ver con lo anterior, había mucha piedra y las ruedas de las plegables patinaban continuamente, las plegables en este tipo de firme no se desenvolvían muy bien y resultaba difícil hacerse con ellas. Así que ya el pedaleo no era tan ágil y costaba ir avanzando más de lo previsto.
Parecía que este último tramo iba a ser todo en bajada pero tampoco fue exactamente así, y con diferencia terminó siendo la etapa más dura. No veía el momento de llegar a Puerto de Sagunto, pasé un par de ratos complicados con tanta piedra y tanto bote sobre la bicicleta sin poder rodar cómodamente. Aunque no por ello las vistas dejaban de ser impresionantes.
   
Llegamos al último tramo, una vía ancha con menos piedras y baches cuyo camino iba acompañado del cauce del Rio Palancia. Solo había que hacer un último esfuerzo.
Durante unos kilómetros fuimos pasando entre campos de naranjos y fue el único tramo que se pudo rodar sin sufrir.
Y llegamos a Puerto de Sagunto, solo una calle, ya asfaltada, con música de móvil de fondo y por fin vimos el mar. Qué momentazo el de parar la bici y decir, lo hicimos, hemos llegado!!!
 











Y al día siguiente vuelta a casa en tren agotados pero contentos


Si me preguntaran que ha sido lo mejor de todo el viaje no sabría ni por dónde empezar por las muchas razones que se me ocurren, podría decir que por el viaje en sí, porque no es solo el destino, es todo el recorrido, por supuesto también por la posibilidad que brinda este tipo de viajes de disfrutar del entorno y del contacto con la naturaleza, pero sin lugar a dudas, lo mejor, la compañía y lo mucho que nos hemos divertido.

He de reconocer que antes de comenzar el viaje me preocupaba ser un lastre porque mi chico tiene mucha experiencia, lleva años montando en bici, y yo acabo de empezar. Para mí es inevitable pensar que debido a mí no está disfrutando tanto como le gustaría pero no ha dejado de insistirme en que esto es cicloturismo y que se trata de disfrutar del recorrido sin prisa. En todo momento se ha adaptado a mi velocidad y ha tenido en cuenta mis carencias y valorado mi esfuerzo, ha tenido una muy inteligente manera de enfocar todo esto, ha hecho que me enganche porque en ningún momento me ha impuesto nada ni me ha metido en nada de lo que yo no pudiera salir, tanto así que hasta me he animado a comprar una Commençal. Estoy como una niña con zapatos nuevos. Es un concepto totalmente diferente y mucho más apropiado para lo que he descubierto que me gusta realmente, que es perderme por caminos. Y tiene tres platos!!!

Ahora toca hacerse con ella, seguir entrenando y cogiendo seguridad y quien sabe…este verano Vía de la Plata!!!! Ya hemos empezado a mirar algo y estaría genial empezar en Mérida y terminar en Benavente. Hay un par de etapas complicadas pero me prepararé a conciencia.
Mientras llega el momento procuraré salir a hacer rutas siempre que el tiempo lo permita y hacer mucho spinning

Eva